Todo criador de primera categoría tiene predilección por una raza en particular que ha estudiado cuidadosamente y conoce a fondo. Esto es importante para poder criar correctamente, potenciando los buenos rasgos y eliminando los malos a través de la selección. La pasión por una raza, el pastor blanco suizo, lleva a la especialización que se manifiesta en un carácter extremadamente bueno, una excelente salud y una belleza única. Además de ser excelentes mascotas para cada familia, estos perros son idóneos para participar en concursos de belleza e intercambiar con otros criadores de primera categoría. De este modo se mejora y refina la raza.

Los pastores suizos blancos tienen la característica de querer pasar mucho tiempo con su amo. En el caso de los perros con los que se cría se aplica la misma regla… Un criador de primera categoría quiere seguir en contacto con sus perros. Entran a menudo, se les pasea y se juega con ellos, se les mima, no viven solos y son claramente felices. Un criador de primera categoría cría con amor y está volcado con sus perros. Pasa todo el día cuidando, educando y socializando a los cachorros y a los padres. Un criador de primera categoría se esfuerza por que sus cachorros terminen en una familia cariñosa.